Todos los 12 de octubre se han tomado como días de "festejo" que llamamos "Día de la raza". Creo que, en vez de ponerle énfasis a la conquista que se realizó en América por parte de los españoles (más allá de que la mayoría de nosotros tengamos ascendencia española), le tendríamos que dar más importancia al impacto de la misma en el territorio, ya sea en aspectos negativos como también positivos.
Si bien el apoderarse de una zona poblada y ya dominada por otros individuos, en este caso nativos, no es correcto, lo es aún menos habiéndolo conseguido por los medios que utilizaron. Cualquiera sea la época en la que nos encontremos, las personas deben ser tratadas como tales y no cual animales o esclavos como hicieron los conquistadores al encontrarse con todo un mundo nuevo, ignorado hasta aquel día.
Con engaños y mentiras lograron aprovecharse de todo lo que podían o estaba al alcance de sus manos. Junto con su arrasadora conquista, también se llevaron las culturas ya aquí establecidas y formadas desde hacía ya muchos años atrás, que englobaban costumbres, ritos, lenguaje, arte, religión y millones de pensamientos que los españoles trataron de hacer desaparecer para reemplazarlo con sus propias creencias.
Entonces, desde otro punto de vista, podría decirse que, en vez de ser la lucha por la conquista de América, fue la lucha de los nativos aborígenes por defender lo que les pertenecía, su propio hogar que estaba siendo invadido, reaccionando así como cualquiera lo haría, creo yo, si se siente amenazado.
Quiero remarcar, por último, como desencadenante de todo lo dicho, el deseo insaciable de poder que posee el hombre, el cual llega a tal punto que es capaz de destruir a los suyos y cualquier cosa que se le cruce en su camino para obtenerlo.
Como conclusión, en cada 12 de octubre, deberíamos recordar todo aquello que no se ha perdido del todo acerca de los pobladores que, antes de la llegada de los españoles, habitaron alguna vez en lo que ahora es nuestro hogar.
Jorgelina Princic
Si bien el apoderarse de una zona poblada y ya dominada por otros individuos, en este caso nativos, no es correcto, lo es aún menos habiéndolo conseguido por los medios que utilizaron. Cualquiera sea la época en la que nos encontremos, las personas deben ser tratadas como tales y no cual animales o esclavos como hicieron los conquistadores al encontrarse con todo un mundo nuevo, ignorado hasta aquel día.
Con engaños y mentiras lograron aprovecharse de todo lo que podían o estaba al alcance de sus manos. Junto con su arrasadora conquista, también se llevaron las culturas ya aquí establecidas y formadas desde hacía ya muchos años atrás, que englobaban costumbres, ritos, lenguaje, arte, religión y millones de pensamientos que los españoles trataron de hacer desaparecer para reemplazarlo con sus propias creencias.
Entonces, desde otro punto de vista, podría decirse que, en vez de ser la lucha por la conquista de América, fue la lucha de los nativos aborígenes por defender lo que les pertenecía, su propio hogar que estaba siendo invadido, reaccionando así como cualquiera lo haría, creo yo, si se siente amenazado.
Quiero remarcar, por último, como desencadenante de todo lo dicho, el deseo insaciable de poder que posee el hombre, el cual llega a tal punto que es capaz de destruir a los suyos y cualquier cosa que se le cruce en su camino para obtenerlo.
Como conclusión, en cada 12 de octubre, deberíamos recordar todo aquello que no se ha perdido del todo acerca de los pobladores que, antes de la llegada de los españoles, habitaron alguna vez en lo que ahora es nuestro hogar.
Jorgelina Princic
4to 2da
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