¿Qué nos dejó el mundial?

Después de terminada la copa del mundo nos quedamos con un montón de reflexiones de lo que dejó el evento que esperó con ansias el mundo entero, en especial los sudafricanos. Este acontecimiento fue algo inédito para el continente africano (el más pobre del mundo), ya que por primera vez la FIFA decidió realizarlo allí. Los sudafricanos reivindicaron el derecho al esfuerzo y al trabajo con ilusión, por tener una fiesta que permitiera igualarse aunque sea por un mes con los sistemas más organizados del planeta (Inglaterra, Francia, Alemania, Japón, Rusia, Italia, etc).

Lamentablemente existen cosas que no desaparecerán montando el mundial: la extrema pobreza que se encuentra a sólo kilómetros de los lugares destinados para el hospedaje. Pero el contorno de la fiesta logró aunque sea por un corto tiempo ocultar con facilidad la crítica situación de inseguridad y desigualdad que se vive en este bello país.

Sudáfrica demostró al mundo que es posible organizar un mundial sin ser una potencia económica o social. Esto abre una pequeña ventanita de esperanza a aquellos países que anhelan convertirse en sede de un mundial en un futuro no muy lejano. Sudáfrica le debe todo esto a Nelson Mandela, un hombre admirado y respetado por todos. Gracias a su lucha y perseverancia se pudo organizar este magnífico evento que alegró a toda su gente.

Las millonarias inversiones en estadios, vialidad, hospedaje y embellecimiento de plazas y avenidas quedaron como legado a un país que volverá a la normalidad total cuando no se escuchen más las ruidosas vuvuzelas.

Pedro Medina

3º1ª T.T